15 La alegría abandonó nuestro corazón;nuestras danzas se convirtieron en luto.
16 Cayeron las guirnaldas de nuestra cabeza.Lloren por nosotros porque hemos pecado.
17 Tenemos el corazón angustiado y cansado,y nuestros ojos se nublan por las lágrimas,
18 porque Jerusalén está vacía y desolada;es un lugar donde merodean los chacales.
19 ¡Pero Señor, tú serás el mismo para siempre!Tu trono continúa de generación en generación.
20 ¿Por qué sigues olvidándonos?¿Por qué nos has abandonado por tanto tiempo?
21 ¡Restáuranos, oh Señor, y haz que regresemos a ti!¡Devuélvenos la alegría que teníamos antes!