18 porque Jerusalén está vacía y desolada;es un lugar donde merodean los chacales.
19 ¡Pero Señor, tú serás el mismo para siempre!Tu trono continúa de generación en generación.
20 ¿Por qué sigues olvidándonos?¿Por qué nos has abandonado por tanto tiempo?
21 ¡Restáuranos, oh Señor, y haz que regresemos a ti!¡Devuélvenos la alegría que teníamos antes!
22 ¿O acaso nos has rechazado por completo?¿Todavía estás enojado con nosotros?