7 Pon un poco de incienso puro cerca de cada hilera para que sirva como una ofrenda representativa, una ofrenda especial presentada al Señor.
8 Cada día de descanso colocarás este pan ante el Señor como una ofrenda de parte de los israelitas; es un requisito del pacto eterno.
9 Los panes les pertenecerán a Aarón y a sus descendientes, quienes los comerán en un lugar sagrado, porque son sumamente santos. Los sacerdotes tendrán el derecho perpetuo de exigir esta porción de las ofrendas especiales presentadas al Señor».
10 Cierto día, un hombre de madre israelita y de padre egipcio salió de su carpa y tuvo una pelea con un israelita.
11 Durante la pelea, el hijo de la madre israelita blasfemó el Nombre del Señor con una maldición. Así que llevaron a este hombre ante Moisés para ser juzgado. Su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri de la tribu de Dan.
12 Lo tuvieron bajo vigilancia hasta que les fuera clara la voluntad del Señor sobre este asunto.
13 Luego el Señor le dijo a Moisés: