8 Entonces el Señor le dijo a Moisés:
9 «Da a Aarón y a sus hijos las siguientes instrucciones con respecto a la ofrenda quemada: la ofrenda quemada se dejará encima del altar hasta la mañana siguiente, y el fuego del altar debe mantenerse encendido durante toda la noche.
10 En la mañana, después de que el sacerdote de turno se haya puesto las ropas oficiales de lino y también la ropa interior de lino, deberá limpiar las cenizas de la ofrenda quemada y ponerlas junto al altar.
11 Luego deberá quitarse estas vestiduras, cambiarse a su ropa normal y llevar las cenizas fuera del campamento a un lugar ceremonialmente puro.
12 Entretanto, el fuego del altar debe mantenerse ardiendo; nunca deberá apagarse. Cada mañana el sacerdote le echará leña nueva al fuego. Luego acomodará la ofrenda quemada sobre él, y también quemará la grasa de las ofrendas de paz.
13 Recuerden, el fuego del altar siempre debe estar encendido; nunca debe apagarse.
14 »Estas son las instrucciones con respecto a la ofrenda de grano: los hijos de Aarón deben presentar esta ofrenda al Señor delante del altar.