7 Se decretó el destierro de Nínivey todas las sirvientas lloran su conquista.Gimen como palomas y se golpean el pecho en señal de aflicción.
8 ¡Nínive es como una represa agrietadaque deja escapar a su gente!«¡Deténganse, deténganse!», grita alguien,pero nadie siquiera mira hacia atrás.
9 ¡Roben la plata!¡Saqueen el oro!Los tesoros de Nínive no tienen fin,su riqueza es incalculable.
10 Pronto la ciudad es saqueada, queda vacía y en ruinas.Los corazones se derriten y tiemblan las rodillas.La gente queda horrorizada,con la cara pálida, temblando de miedo.
11 ¿Dónde está ahora la magnífica Nínive,esa guarida repleta de cachorros de león?Era un lugar donde la gente —como leones con sus cachorros—caminaba libremente y sin temor.
12 El león despedazaba carne para sus cachorrosy estrangulaba presas para su leona.Llenaba la guarida de presasy sus cavernas con su botín.
13 «¡Yo soy tu enemigo!—dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—.Tus carros de guerra serán quemados;tus jóvenes morirán en la batalla.Nunca más saquearás las naciones conquistadas.No volverán a oírse las voces de tus orgullosos mensajeros».