6 Por fin se completó la muralla alrededor de toda la ciudad hasta la mitad de su altura, porque el pueblo había trabajado con entusiasmo.
7 Sin embargo, cuando Sanbalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los asdodeos se enteraron de que la obra progresaba y que se estaban reparando las brechas en la muralla de Jerusalén, se enfurecieron.
8 Todos hicieron planes para venir y luchar contra Jerusalén y causar confusión entre nosotros.
9 Así que oramos a nuestro Dios y pusimos guardias en la ciudad día y noche para protegernos.
10 Entonces el pueblo de Judá comenzó a quejarse: «Los trabajadores se están cansando, y los escombros que quedan por sacar son demasiados. Jamás podremos construir la muralla por nuestra cuenta».
11 Mientras tanto, nuestros enemigos decían: «Antes de que se den cuenta de lo que está pasando, caeremos encima de ellos, los mataremos y detendremos el trabajo».
12 Los judíos que vivían cerca de los enemigos venían y nos decían una y otra vez: «¡Llegarán de todos lados y nos atacarán!».