5 Entonces el Señor descendió en la columna de nube y se detuvo en la entrada del tabernáculo. «¡Aarón y Miriam!», llamó él. Ellos dieron un paso al frente
6 y el Señor les habló: «Escuchen lo que voy a decir:»Si hubiera profetas entre ustedes,yo, el Señor, me revelaría en visiones;les hablaría en sueños.
7 Pero no con mi siervo Moisés.De toda mi casa, él es en quien confío.
8 Yo le hablo a él cara a cara,¡con claridad y no en acertijos!Él ve al Señor como él es.¿Entonces, por qué no tuvieron temor decriticar a mi siervo Moisés?».
9 El Señor estaba muy enojado con ellos y se fue.
10 Cuando la nube dejo de estar encima del tabernáculo, allí estaba Miriam, con su piel tan blanca como la nieve, leprosa. Cuando Aarón vio lo que había pasado con ella,
11 clamó a Moisés: «¡Oh, mi señor! ¡Por favor, no nos castigues por este pecado que tan neciamente cometimos!