23 Sin embargo, el rey Sehón rehusó permitirles atravesar su territorio. En cambio, movilizó a todo su ejército y atacó a Israel en el desierto y peleó con ellos en Jahaza.
24 Así que los israelitas los masacraron a filo de espada y ocuparon su tierra, desde el río Arnón hasta el río Jaboc. Avanzaron solo hasta los límites de los amonitas porque su frontera estaba fortificada.
25 De manera que Israel tomó todas las ciudades amorreas y se estableció en ellas, incluida la ciudad de Hesbón y sus aldeas vecinas.
26 Hesbón había sido la capital de Sehón, rey de los amorreos. Él había derrotado al rey moabita anterior y se había apoderado de toda su tierra hasta el río Arnón.
27 Por eso los poetas antiguos escribieron lo siguiente sobre él:«¡Vengan a Hesbón y que sea reconstruida!Que la ciudad de Sehón sea restaurada.
28 Un fuego ardiente salió de Hesbón,un incendio de la ciudad de Sehón.Quemó la ciudad de Ar en Moab;destruyó a los gobernantes de las alturas de Arnón.
29 ¡Qué aflicción te espera, oh pueblo de Moab!¡Están acabados, oh adoradores de Quemos!Quemos dejó a sus hijos como refugiados,a sus hijas como cautivas de Sehón, el rey amorreo.