5 El Señor le dio a Balaam un mensaje para el rey Balac y después le dijo:—Regresa donde está Balac y dale mi mensaje.
6 Así que Balaam volvió y encontró al rey de pie, al lado de sus ofrendas quemadas, con todos los funcionarios de Moab.
7 Este es el mensaje que Balaam transmitió:«Balac me mandó a llamar desde Aram;el rey de Moab me trajo de las colinas del oriente.“¡Ven —me dijo—, maldíceme a Jacob!Ven y anuncia la ruina de Israel”.
8 Pero ¿cómo puedo maldecira quienes Dios no ha maldecido?¿Cómo puedo condenara quienes el Señor no ha condenado?
9 Desde las cimas del precipicio los veo;los miro desde las colinas.Veo a un pueblo que vive aislado,apartado de las otras naciones.
10 ¿Quién puede contar a los descendientes de Jacob, tan numerosos como el polvo?¿Quién puede contar siquiera a una cuarta parte del pueblo de Israel?Permíteme morir como los justos;deja que mi vida acabe como la de ellos».
11 Entonces el rey Balac le reclamó a Balaam:—¿Qué me has hecho? Te traje para maldecir a mis enemigos. ¡En cambio, los has bendecido!