4 Pero Nadab y Abiú murieron en la presencia del Señor, en el desierto de Sinaí, cuando quemaron ante el Señor una clase de fuego diferente a la que él había ordenado. Ya que ellos no tuvieron hijos, solo Eleazar e Itamar quedaron para ministrar como sacerdotes junto con su padre Aarón.
5 Entonces el Señor le dijo a Moisés:
6 «Llama a los de la tribu de Leví, que pasen adelante y preséntalos al sacerdote Aarón para que sean sus ayudantes.
7 Servirán a Aarón y a toda la comunidad en el desempeño de sus deberes sagrados dentro y alrededor del tabernáculo.
8 También cuidarán de todo el mobiliario de la carpa sagrada y servirán en el tabernáculo en representación de todos los israelitas.
9 Designa a los levitas como ayudantes de Aarón y de sus hijos porque de entre todo el pueblo de Israel ellos fueron dedicados para este propósito.
10 Nombra a Aarón y a sus hijos para que lleven a cabo los deberes del sacerdocio. Pero toda persona no autorizada que se acerque al santuario será ejecutada».