7 Deberá confesar su pecado, restituir completamente el daño hecho más un veinte por ciento adicional y darlo a la persona que perjudicó.
8 Pero si la persona perjudicada está muerta y no hay ningún pariente cercano a quien pagarle el daño, el pago le pertenece al Señor y deberá dárselo al sacerdote. Además, el culpable llevará un carnero como sacrificio por el pecado y será purificado y hecho justo ante el Señor.
9 Todas las ofrendas sagradas que los israelitas lleven a un sacerdote le pertenecen a él.
10 Cada sacerdote puede quedarse con todos los donativos sagrados que reciba».
11 El Señor le dijo a Moisés:
12 «Da al pueblo de Israel las siguientes instrucciones: supongamos que la esposa de un hombre se descarría y le es infiel a su marido,
13 y tiene relaciones sexuales con otro hombre sin que lo sepa su esposo ni nadie más. Ella se contaminó aunque no hubo testigos y no fue sorprendida en el acto.