3 Escuchen el gemido de los pastoresporque se destruyeron sus abundantes pastizales.Oigan rugir a los leones jóvenesporque se arruinaron sus matorrales en el valle del Jordán.
4 El Señor mi Dios dice: «Ve y cuida del rebaño que está destinado para el matadero.
5 Los compradores matan a las ovejas sin remordimiento. Los vendedores dicen: “¡Gloria al Señor! ¡Ahora soy rico!”. Ni siquiera los pastores tienen compasión de las ovejas.
6 De la misma manera, ya no tendré compasión de la gente de la tierra —dice el Señor—. Permitiré que uno caiga en manos del otro y en manos de su rey. Convertirán la tierra en un desierto y yo no los rescataré».
7 Así que cuidé el rebaño destinado al matadero, el rebaño que fue oprimido. Entonces tomé dos varas de pastor y a una nombré Favor y a la otra Unión.
8 En un solo mes me deshice de los tres pastores malvados.Sin embargo, perdí la paciencia con estas ovejas y ellas también me odiaron.
9 Así que les dije: «Ya no seré su pastor. Si se mueren, que se mueran. Si las matan, que las maten. ¡Y que las sobrevivientes se devoren unas a otras!».