2 «El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: mi amor por el monte Sión es intenso y ferviente, ¡me consume la pasión por Jerusalén!
3 »Ahora dice el Señor: regresaré al monte Sión y viviré en Jerusalén. Entonces Jerusalén se llamará la Ciudad Fiel; el monte del Señor de los Ejércitos Celestiales se llamará Monte Santo.
4 »El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: nuevamente los ancianos y las ancianas caminarán por las calles de Jerusalén apoyados en sus bastones y se sentarán juntos en las plazas de la ciudad,
5 y las calles de la ciudad se llenarán de niños y niñas que juegan.
6 »El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: ahora todo esto puede parecerles imposible, a ustedes que son el pequeño remanente del pueblo de Dios. ¿Pero será imposible para mí?, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.
7 »El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: pueden estar seguros de que rescataré a mi pueblo del oriente y del occidente.
8 Yo los haré regresar a casa para que vivan seguros en Jerusalén. Ellos serán mi pueblo, y como su Dios los trataré con fidelidad y justicia.