14 Agradezco a Dios que no bauticé a ninguno de ustedes excepto a Crispo y a Gayo,
15 porque ahora nadie puede decir que fue bautizado en mi nombre.
16 (Ah, sí, también bauticé a los de la casa de Estéfanas, pero no recuerdo haber bautizado a nadie más).
17 Pues Cristo no me envió a bautizar sino a predicar la Buena Noticia, y no con palabras ingeniosas, por temor a que la cruz de Cristo perdiera su poder.
18 ¡El mensaje de la cruz es una ridiculez para los que van rumbo a la destrucción! Pero nosotros, que vamos en camino a la salvación, sabemos que es el poder mismo de Dios.
19 Como dicen las Escrituras:«Destruiré la sabiduría de los sabiosy desecharé la inteligencia de los inteligentes».
20 Así que, ¿dónde deja eso a los filósofos, a los estudiosos y a los especialistas en debates de este mundo? Dios ha hecho que la sabiduría de este mundo parezca una ridiculez.