1 Y ustedes deberían imitarme a mí, así como yo imito a Cristo.En la edición impresa de la NTV, el 11:1 se fija como la última oración del párrafo final del capítulo 10.
2 Cuánto me alegro de que ustedes siempre me tienen en sus pensamientos y de que siguen las enseñanzas que les transmití.
3 Pero hay algo que quiero que sepan: la cabeza de todo hombre es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.
4 El hombre deshonra a su cabeza si se cubre la cabeza mientras ora o profetiza.
5 En cambio, la mujer deshonra a su cabeza si ora o profetiza sin cubrirse la cabeza, porque es como si se la rapara.
6 Efectivamente, si ella se niega a ponerse algo para cubrirse la cabeza, ¡debería cortarse todo el cabello! Ya que es vergonzoso que la mujer se corte el cabello o se rape la cabeza, debería cubrírsela con algo.