1 Finalmente, amados hermanos, les rogamos en el nombre del Señor Jesús que vivan de una manera que le agrada a Dios, tal como les enseñamos. Ustedes ya viven de esta manera, y los animamos a que lo sigan haciendo aún más.
2 Pues recuerdan lo que les enseñamos por la autoridad del Señor Jesús.
3 La voluntad de Dios es que sean santos, entonces aléjense de todo pecado sexual.
4 Como resultado cada uno controlará su propio cuerpo y vivirá en santidad y honor,
5 no en pasiones sensuales como viven los paganos, que no conocen a Dios ni sus caminos.
6 Nunca hagan daño ni engañen a un hermano cristiano en este asunto, teniendo relaciones sexuales con su esposa, porque el Señor toma venganza de todos esos pecados, como ya les hemos advertido solemnemente.