19 Prometen libertad, pero ellos mismos son esclavos del pecado y de la corrupción porque uno es esclavo de aquello que lo controla.
20 Y cuando la gente escapa de la maldad del mundo por medio de conocer a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, pero luego se enreda y vuelve a quedar esclavizada por el pecado, termina peor que antes.
21 Les hubiera sido mejor nunca haber conocido el camino a la justicia, en lugar de conocerlo y luego rechazar el mandato que se les dio de vivir una vida santa.
22 Demuestran qué tan cierto es el proverbio que dice: «Un perro vuelve a su vómito». Y otro que dice: «Un cerdo recién lavado vuelve a revolcarse en el lodo».