1 Después de esto, oí algo en el cielo que parecía las voces de una inmensa multitud que gritaba:«¡Alabado sea el Señor!La salvación, la gloria y el poder le pertenecen a nuestro Dios.
2 Sus juicios son verdaderos y justos.Él ha castigado a la gran prostitutaque corrompió a la tierra con su inmoralidad.Él ha vengado la muerte de sus siervos».
3 Y otra vez, sus voces resonaron:«¡Alabado sea el Señor!¡El humo de esa ciudad subirá por siempre jamás!».
4 Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono. Exclamaron: «¡Amén! ¡Alabado sea el Señor!».