5 pero uno de los veinticuatro ancianos me dijo: «¡Deja de llorar! Mira, el León de la tribu de Judá, el heredero del trono de David, ha ganado la victoria. Él es digno de abrir el rollo y sus siete sellos».
6 Entonces vi a un Cordero que parecía que había sido sacrificado, pero que ahora estaba de pie entre el trono y los cuatro seres vivientes y en medio de los veinticuatro ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos que representan los siete aspectos del Espíritu de Dios, el cual es enviado a todas las partes de la tierra.
7 Él pasó adelante y tomó el rollo de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.
8 Y cuando tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y llevaba copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de Dios.
9 Y cantaban un nuevo canto con las siguientes palabras:«Tú eres digno de tomar el rolloy de romper los sellos y abrirlo.Pues tú fuiste sacrificado y tu sangre pagó el rescate para Diosde gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación.
10 Y la has transformadoen un reino de sacerdotes para nuestro Dios.Y reinarán sobre la tierra».
11 Entonces volví a mirar y oí las voces de miles de millones de ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos.