8 Y cuando tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y llevaba copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de Dios.
9 Y cantaban un nuevo canto con las siguientes palabras:«Tú eres digno de tomar el rolloy de romper los sellos y abrirlo.Pues tú fuiste sacrificado y tu sangre pagó el rescate para Diosde gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación.
10 Y la has transformadoen un reino de sacerdotes para nuestro Dios.Y reinarán sobre la tierra».
11 Entonces volví a mirar y oí las voces de miles de millones de ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos.
12 Ellos cantaban en un potente coro:«Digno es el Cordero que fue sacrificado,de recibir el poder y las riquezasy la sabiduría y la fuerzay el honor y la gloria y la bendición».
13 Y entonces oí a toda criatura en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra y en el mar que cantaban:«Bendición y honor y gloria y poderle pertenecen a aquel que está sentado en el tronoy al Cordero por siempre y para siempre».
14 Y los cuatro seres vivientes decían: «¡Amén!». Y los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron al Cordero.