7 Por eso el Espíritu Santo dice:«Cuando oigan hoy su voz,
8 no endurezcan el corazóncomo lo hicieron los israelitas cuando se rebelaron,aquel día que me pusieron a prueba en el desierto.
9 Allí sus antepasados me tentaron y pusieron a prueba mi pacienciaa pesar de haber visto mis milagros durante cuarenta años.
10 Por eso, me enojé con ellos y dije:“Su corazón siempre se aleja de mí.Rehúsan hacer lo que les digo”.
11 Así que en mi enojo juré:“Ellos nunca entrarán en mi lugar de descanso”».
12 Por lo tanto, amados hermanos, ¡cuidado! Asegúrense de que ninguno de ustedes tenga un corazón maligno e incrédulo que los aleje del Dios vivo.
13 Adviértanse unos a otros todos los días mientras dure ese «hoy», para que ninguno sea engañado por el pecado y se endurezca contra Dios.