2 Ustedes tampoco necesitan más enseñanza acerca de los bautismos, la imposición de manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.
3 Así que, si Dios quiere, avanzaremos hacia un mayor entendimiento.
4 Pues es imposible lograr que vuelvan a arrepentirse los que una vez fueron iluminados —aquellos que experimentaron las cosas buenas del cielo y fueron partícipes del Espíritu Santo,
5 que saborearon la bondad de la palabra de Dios y el poder del mundo venidero—
6 y que luego se alejan de Dios. Es imposible lograr que esas personas vuelvan a arrepentirse; al rechazar al Hijo de Dios, ellos mismos lo clavan otra vez en la cruz y lo exponen a la vergüenza pública.
7 Cuando la tierra se empapa de la lluvia que cae y produce una buena cosecha para el agricultor, recibe la bendición de Dios.
8 En cambio, el campo que produce espinos y cardos no sirve para nada. El agricultor no tardará en maldecirlo y quemarlo.