1 El punto principal es el siguiente: tenemos un sumo sacerdote quien se sentó en el lugar de honor, a la derecha del trono del Dios majestuoso en el cielo.
2 Allí sirve como ministro en el tabernáculo del cielo, el verdadero lugar de adoración construido por el Señor y no por manos humanas.
3 Ya que es deber de todo sumo sacerdote presentar ofrendas y sacrificios, nuestro Sumo Sacerdote también tiene que presentar una ofrenda.
4 Si estuviera aquí en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, porque ya hay sacerdotes que presentan las ofrendas que exige la ley.