24 »Tenemos entendido que unos hombres de aquí los han perturbado e inquietado con su enseñanza, ¡pero nosotros no los enviamos!
25 Así que decidimos, después de llegar a un acuerdo unánime, enviarles representantes oficiales junto con nuestros amados Bernabé y Pablo,
26 quienes han arriesgado la vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
27 Les enviamos a Judas y a Silas para confirmar lo que hemos decidido con relación a la pregunta de ustedes.
28 »Pues nos pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponer sobre ustedes una carga mayor que estos pocos requisitos:
29 deben abstenerse de comer alimentos ofrecidos a ídolos, de consumir sangre o la carne de animales estrangulados y de la inmoralidad sexual. Si hacen esto, harán bien. Adiós».
30 Los mensajeros salieron de inmediato para Antioquía, donde convocaron a una reunión general de los creyentes y entregaron la carta.