23 Entonces el comandante llamó a dos de sus oficiales y les dio la siguiente orden: «Preparen a doscientos soldados para que vayan a Cesarea esta noche a las nueve. Lleven también doscientos lanceros y setenta hombres a caballo.
24 Denle caballos a Pablo para el viaje y llévenlo a salvo al gobernador Félix».
25 Después escribió la siguiente carta al gobernador:
26 «De Claudio Lisias. A su excelencia, el gobernador Félix. ¡Saludos!
27 »Unos judíos detuvieron a este hombre y estaban a punto de matarlo cuando llegué con mis tropas. Luego me enteré de que él era ciudadano romano, entonces lo trasladé a un lugar seguro.
28 Después lo llevé al Concilio Supremo judío para tratar de averiguar la razón de las acusaciones en su contra.
29 Pronto descubrí que el cargo tenía que ver con su ley religiosa, nada que merezca prisión o muerte en absoluto;