7 Hicieron entrar a los dos discípulos y les preguntaron:—¿Con qué poder o en nombre de quién han hecho esto?
8 Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo:—Gobernantes y ancianos de nuestro pueblo,
9 ¿nos interrogan hoy por haber hecho una buena obra a un inválido? ¿Quieren saber cómo fue sanado?
10 Déjenme decirles claramente tanto a ustedes como a todo el pueblo de Israel que fue sanado por el poderoso nombre de Jesucristo de Nazaret, el hombre a quien ustedes crucificaron pero a quien Dios levantó de los muertos.
11 Pues es Jesús a quien se refieren las Escrituras cuando dicen:“La piedra que ustedes, los constructores, rechazaronahora se ha convertido en la piedra principal”.
12 »¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos».
13 Los miembros del Concilio quedaron asombrados cuando vieron el valor de Pedro y de Juan, porque veían que eran hombres comunes sin ninguna preparación especial en las Escrituras. También los identificaron como hombres que habían estado con Jesús.