2 María era la misma mujer que tiempo después derramó el perfume costoso sobre los pies del Señor y los secó con su cabello. Su hermano, Lázaro, estaba enfermo.
3 Así que las dos hermanas le enviaron un mensaje a Jesús que decía: «Señor, tu querido amigo está muy enfermo».
4 Cuando Jesús oyó la noticia, dijo: «La enfermedad de Lázaro no acabará en muerte. Al contrario, sucedió para la gloria de Dios, a fin de que el Hijo de Dios reciba gloria como resultado».
5 Aunque Jesús amaba a Marta, a María y a Lázaro,
6 se quedó donde estaba dos días más.
7 Pasado ese tiempo, les dijo a sus discípulos:—Volvamos a Judea.
8 Pero sus discípulos se opusieron diciendo:—Rabí, hace solo unos días, la gente de Judea trató de apedrearte. ¿Irás allí de nuevo?