20 Cuando yo vuelva a la vida, ustedes sabrán que estoy en mi Padre y que ustedes están en mí, y yo, en ustedes.
21 Los que aceptan mis mandamientos y los obedecen son los que me aman. Y, porque me aman a mí, mi Padre los amará a ellos. Y yo los amaré y me daré a conocer a cada uno de ellos.
22 Judas (no Judas Iscariote, sino el otro discípulo con el mismo nombre) le dijo:—Señor, ¿por qué te darás a conocer solo a nosotros y no al mundo en general?
23 Jesús contestó:—Todos los que me aman harán lo que yo diga. Mi Padre los amará, y vendremos para vivir con cada uno de ellos.
24 El que no me ama no me obedece. Y recuerden, mis palabras no son mías, lo que les hablo proviene del Padre, quien me envió.
25 Les digo estas cosas ahora, mientras todavía estoy con ustedes.
26 Sin embargo, cuando el Padre envíe al Abogado Defensor como mi representante —es decir, al Espíritu Santo—, él les enseñará todo y les recordará cada cosa que les he dicho.