1 Después de decir todas esas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: «Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo para que él, a su vez, te dé la gloria a ti.
2 Pues le has dado a tu Hijo autoridad sobre todo ser humano. Él da vida eterna a cada uno de los que tú le has dado.
3 Y la manera de tener vida eterna es conocerte a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste a la tierra.
4 Yo te di la gloria aquí en la tierra, al terminar la obra que me encargaste.
5 Ahora, Padre, llévame a la gloria que compartíamos antes de que comenzara el mundo.