4 Ambos iban corriendo, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero a la tumba.
5 Se agachó a mirar adentro y vio los lienzos de lino apoyados ahí, pero no entró.
6 Luego llegó Simón Pedro y entró en la tumba. Él también notó los lienzos de lino allí,
7 pero el lienzo que había cubierto la cabeza de Jesús estaba doblado y colocado aparte de las otras tiras.
8 Entonces el discípulo que había llegado primero a la tumba también entró y vio y creyó,
9 porque hasta ese momento aún no habían entendido las Escrituras que decían que Jesús tenía que resucitar de los muertos.
10 Después cada uno se fue a su casa.