1 Después Jesús regresó a Jerusalén para la celebración de uno de los días sagrados de los judíos.
2 Dentro de la ciudad, cerca de la puerta de las Ovejas, se encontraba el estanque de Betesda, que tenía cinco pórticos cubiertos.
3 Una multitud de enfermos —ciegos, cojos, paralíticos— estaban tendidos en los pórticos.
5 Uno de ellos era un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.