10 así que los líderes judíos protestaron. Le dijeron al hombre que había sido sanado:—¡No puedes trabajar el día de descanso! ¡La ley no te permite cargar esa camilla!
11 Pero él respondió:—El hombre que me sanó me dijo: “Toma tu camilla y anda”.
12 —¿Quién te dijo semejante cosa? —le exigieron.
13 El hombre no lo sabía, porque Jesús había desaparecido entre la multitud;
14 pero después, Jesús lo encontró en el templo y le dijo: «Ya estás sano; así que deja de pecar o podría sucederte algo mucho peor».
15 Entonces el hombre fue a ver a los líderes judíos y les dijo que era Jesús quien lo había sanado.
16 Entonces los líderes judíos comenzaron a acosar a Jesús por haber violado las reglas del día de descanso.