13 El hombre no lo sabía, porque Jesús había desaparecido entre la multitud;
14 pero después, Jesús lo encontró en el templo y le dijo: «Ya estás sano; así que deja de pecar o podría sucederte algo mucho peor».
15 Entonces el hombre fue a ver a los líderes judíos y les dijo que era Jesús quien lo había sanado.
16 Entonces los líderes judíos comenzaron a acosar a Jesús por haber violado las reglas del día de descanso.
17 Pero Jesús respondió: «Mi Padre siempre trabaja, y yo también».
18 Entonces los líderes judíos se esforzaron aún más por encontrar una forma de matarlo. Pues no solo violaba el día de descanso sino que, además, decía que Dios era su Padre, con lo cual se hacía igual a Dios.
19 Entonces Jesús explicó: «Les digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; solo hace lo que ve que el Padre hace. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo,