1 Mientras tanto, las multitudes crecieron hasta que miles de personas se arremolinaban y se atropellaban unas a otras. Jesús primero se dirigió a sus discípulos y les advirtió: «Tengan cuidado con la levadura de los fariseos, es decir, su hipocresía.
2 Llegará el tiempo en que todo lo que está encubierto será revelado y todo lo secreto se dará a conocer a todos.
3 Todo lo que hayan dicho en la oscuridad se oirá a plena luz, y todo lo que hayan susurrado a puerta cerrada, ¡se gritará desde los techos para que todo el mundo lo oiga!
4 »Queridos amigos, no teman a los que quieren matarles el cuerpo, después de eso, no pueden hacerles nada más.
5 Les diré a quién temer: teman a Dios, quien tiene el poder de quitarles la vida y luego arrojarlos al infierno. Claro, él es a quien deben temer.