7 Finalmente le dijo al jardinero: “Llevo tres años esperando, ¡y no ha producido ni un solo higo! Córtala, solo ocupa espacio en mi jardín”.
8 »El jardinero respondió: “Señor, dale otra oportunidad. Déjala un año más, y le daré un cuidado especial y mucho fertilizante.
9 Si el año próximo da higos, bien. Si no, entonces puedes cortarla».
10 Cierto día de descanso, mientras Jesús enseñaba en la sinagoga,
11 vio a una mujer que estaba lisiada a causa de un espíritu maligno. Había estado encorvada durante dieciocho años y no podía ponerse derecha.
12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: «Apreciada mujer, ¡estás sanada de tu enfermedad!».
13 Luego la tocó y, al instante, ella pudo enderezarse. ¡Cómo alabó ella al Señor!