7 »Cuando un sirviente vuelve de arar o de cuidar las ovejas, ¿acaso su patrón le dice: “Ven y come conmigo”?
8 No, le dirá: “Prepara mi comida, ponte el delantal y sírveme mientras como. Luego puedes comer tú”.
9 ¿Y le agradece el amo al sirviente por hacer lo que se le dijo que hiciera? Por supuesto que no.
10 De la misma manera, cuando ustedes me obedecen, deben decir: “Somos siervos indignos que simplemente cumplimos con nuestro deber”.
11 Mientras Jesús seguía camino a Jerusalén, llegó a la frontera entre Galilea y Samaria.
12 Al entrar en una aldea, diez leprosos se quedaron a la distancia,
13 gritando:—¡Jesús! ¡Maestro! ¡Ten compasión de nosotros!