4 Pues ellos dieron una mínima parte de lo que les sobraba, pero ella, con lo pobre que es, dio todo lo que tenía».
5 Algunos de sus discípulos comenzaron a hablar acerca del majestuoso trabajo hecho en piedra del templo, y de las decoraciones conmemorativas que adornaban las paredes. Pero Jesús les dijo:
6 «Viene el tiempo cuando todo esto será demolido por completo. ¡No quedará ni una sola piedra sobre otra!».
7 —Maestro —le preguntaron—, ¿cuándo sucederá todo eso? ¿Qué señal nos indicará que esas cosas están por ocurrir?
8 Él les contestó:—No dejen que nadie los engañe, porque muchos vendrán en mi nombre y afirmarán: “Yo soy el Mesías” y dirán: “El tiempo ha llegado”; pero no les crean.
9 Cuando oigan de guerras y de levantamientos, no se dejen llevar por el pánico. Es verdad, esas cosas deben suceder primero, pero el fin no vendrá inmediatamente después.
10 Luego agregó:—Una nación entrará en guerra con otra, y un reino con otro reino.