16 Juan contestó a sus preguntas diciendo: «Yo los bautizo con agua, pero pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de ser su esclavo y desatarle las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
17 Él está listo para separar el trigo de la paja con su rastrillo. Luego limpiará la zona donde se trilla y juntará el trigo en su granero, pero quemará la paja en un fuego interminable».
18 Juan usó muchas advertencias similares al anunciar la Buena Noticia al pueblo.
19 También Juan criticó públicamente a Herodes Antipas, el gobernador de Galilea, por haberse casado con Herodías, la esposa de su hermano, y por muchas otras injusticias que había cometido.
20 Así que Herodes metió a Juan en la cárcel, agregando a sus muchos pecados uno más.
21 Cierto día, en que las multitudes se bautizaban, Jesús mismo fue bautizado. Mientras él oraba, los cielos se abrieron,
22 y el Espíritu Santo, en forma visible, descendió sobre él como una paloma. Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das un gran gozo».