12 y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio».
13 Cierto día, algunos padres llevaron a sus niños a Jesús para que los tocara y los bendijera, pero los discípulos regañaron a los padres por molestarlo.
14 Cuando Jesús vio lo que sucedía, se enojó con sus discípulos y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino de Dios pertenece a los que son como estos niños.
15 Les digo la verdad, el que no reciba el reino de Dios como un niño nunca entrará en él».
16 Entonces tomó a los niños en sus brazos y después de poner sus manos sobre la cabeza de ellos, los bendijo.
17 Cuando Jesús estaba por emprender su camino a Jerusalén, un hombre se le acercó corriendo, se arrodilló y le preguntó:—Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?
18 —¿Por qué me llamas bueno? —preguntó Jesús—. Solo Dios es verdaderamente bueno;