67 y vio que Pedro se calentaba junto a la fogata. Se quedó mirándolo y dijo:—Tú eres uno de los que estaban con Jesús de Nazaret.
68 Pero Pedro lo negó y dijo:—No sé de qué hablas.Y salió afuera, a la entrada. En ese instante, cantó un gallo.
69 Cuando la sirvienta vio a Pedro parado allí, comenzó a decirles a los otros: «¡No hay duda de que este hombre es uno de ellos!».
70 Pero Pedro lo negó otra vez.Un poco más tarde, algunos de los otros que estaban allí confrontaron a Pedro y dijeron:—Seguro que tú eres uno de ellos, porque eres galileo.
71 Pedro juró:—¡Que me caiga una maldición si les miento! ¡No conozco a ese hombre del que hablan!
72 Inmediatamente, el gallo cantó por segunda vez.De repente, las palabras de Jesús pasaron rápidamente por la mente de Pedro: «Antes de que cante el gallo dos veces, negarás tres veces que me conoces»; y se echó a llorar.