11 »Cada vez que entren en una ciudad o una aldea, busquen a una persona digna y quédense en su casa hasta que salgan de ese lugar.
12 Cuando entren en el hogar, bendíganlo.
13 Si resulta ser un hogar digno, dejen que su bendición siga allí; si no lo es, retiren la bendición.
14 Si cualquier casa o ciudad se niega a darles la bienvenida o a escuchar su mensaje, sacúdanse el polvo de los pies al salir.
15 Les digo la verdad, el día del juicio les irá mejor a las ciudades perversas de Sodoma y Gomorra que a esa ciudad.
16 »Miren, los envío como ovejas en medio de lobos. Por lo tanto, sean astutos como serpientes e inofensivos como palomas.
17 Tengan cuidado, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán con látigos en las sinagogas.