1 Por ese tiempo, Jesús caminaba en el día de descanso por unos terrenos sembrados. Sus discípulos tenían hambre, entonces comenzaron a arrancar unas espigas de grano y a comérselas.
2 Algunos fariseos los vieron y protestaron:—Mira, tus discípulos violan la ley al cosechar granos en el día de descanso.
3 —¿No han leído en las Escrituras lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre?
4 Entró en la casa de Dios, y él y sus compañeros violaron la ley al comer los panes sagrados, que solo a los sacerdotes se les permitía comer.
5 ¿Y no han leído en la ley de Moisés que los sacerdotes de turno en el templo pueden trabajar en el día de descanso?
6 Les digo, ¡aquí hay uno que es superior al templo!
7 Ustedes no habrían condenado a mis discípulos —quienes son inocentes— si conocieran el significado de la Escritura que dice: “Quiero que tengan compasión, no que ofrezcan sacrificios”.