7 Ustedes no habrían condenado a mis discípulos —quienes son inocentes— si conocieran el significado de la Escritura que dice: “Quiero que tengan compasión, no que ofrezcan sacrificios”.
8 Pues el Hijo del Hombre es Señor, ¡incluso del día de descanso!
9 Luego Jesús entró en la sinagoga de ellos,
10 y allí vio a un hombre que tenía una mano deforme. Los fariseos le preguntaron a Jesús:—¿Permite la ley que una persona trabaje sanando en el día de descanso?(Esperaban que él dijera que sí para poder levantar cargos en su contra).
11 Él les respondió:—Si tuvieran una oveja y esta cayera en un pozo de agua en el día de descanso, ¿no trabajarían para sacarla de allí? Por supuesto que lo harían.
12 ¡Y cuánto más valiosa es una persona que una oveja! Así es, la ley permite que una persona haga el bien en el día de descanso.
13 Después le dijo al hombre: «Extiende la mano». Entonces el hombre la extendió, y la mano quedó restaurada, ¡igual que la otra!