18 La persona que esté en el campo no regrese ni para buscar un abrigo.
19 ¡Qué terribles serán esos días para las mujeres embarazadas y para las madres que amamantan!
20 Y oren para que la huída no sea en invierno o en día de descanso.
21 Pues habrá más angustia que en cualquier otro momento desde el principio del mundo. Y jamás habrá una angustia tan grande.
22 De hecho, a menos que se acorte ese tiempo de calamidad, ni una sola persona sobrevivirá; pero se acortará por el bien de los elegidos de Dios.
23 »Entonces, si alguien les dice: “Miren, aquí está el Mesías” o “Allí está”, no lo crean.
24 Pues se levantarán falsos mesías y falsos profetas y realizarán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos de Dios.