22 De hecho, mi visita a ustedes se demoró tanto precisamente porque estuve predicando en esos lugares.
23 Ahora que terminé mi trabajo en estas regiones y después de todos estos largos años de espera, tengo muchos deseos de ir a verlos.
24 Estoy pensando viajar a España. Cuando lo haga, me detendré en Roma, y luego de disfrutar de la compañía de ustedes por un breve tiempo, podrán ayudarme con lo necesario para mi viaje.
25 Sin embargo, antes de visitarlos, debo ir a Jerusalén para llevar una ofrenda a los creyentes de allí.
26 Pues, les cuento, los creyentes de Macedonia y Acaya con entusiasmo juntaron una ofrenda para los creyentes de Jerusalén que son pobres.
27 Lo hicieron con gusto porque se sienten en deuda con ellos. Dado que los gentiles recibieron las bendiciones espirituales de la Buena Noticia por parte de los creyentes de Jerusalén, sienten que lo menos que pueden hacer por ellos a cambio es ayudarlos económicamente.
28 En cuanto yo entregue ese dinero y termine esa buena acción de los gentiles, iré a visitarlos a ustedes de camino a España.