14 —¿Por medio de quién lo hará? —preguntó Acab.—Así dice el Señor —respondió el profeta—: “Lo haré por medio de los cadetes.”—¿Y quién iniciará el combate? —insistió Acab.—Tú mismo —respondió el profeta.
15 Así que Acab pasó revista a los cadetes, que sumaban doscientos treinta y dos hombres. También pasó revista a las demás tropas israelitas: siete mil en total.
16 Se pusieron en marcha al mediodía, mientras Ben Adad y los treinta y dos reyes aliados que estaban con él seguían emborrachándose en su campamento.
17 Los cadetes formaban la vanguardia. Cuando los exploradores que Ben Adad había enviado le informaron que unos soldados estaban avanzando desde Samaria,
18 ordenó: «¡Captúrenlos vivos, sea que vengan en son de paz o en son de guerra!»
19 Los cadetes salieron de la ciudad al frente del ejército.
20 Cada soldado abatió a su adversario, y los sirios tuvieron que huir. Los israelitas los persiguieron, pero Ben Adad, rey de Siria, escapó a caballo con algunos de sus jinetes.