39 Cuando David se enteró de que Nabal había muerto, exclamó: «¡Bendito sea el Señor, que me ha hecho justicia por la afrenta que recibí de Nabal! El Señor libró a este siervo suyo de hacer mal, pero hizo recaer sobre Nabal su propia maldad.»Entonces David envió un mensaje a Abigaíl, proponiéndole matrimonio.
40 Cuando los criados llegaron a Carmel, hablaron con Abigaíl y le dijeron:—David nos ha enviado para pedirle a usted que se case con él.
41 Ella se inclinó, y postrándose rostro en tierra dijo:—Soy la sierva de David, y estoy para servirle. Incluso estoy dispuesta a lavarles los pies a sus criados.
42 Sin perder tiempo, Abigaíl se dispuso a partir. Se montó en un asno y, acompañada de cinco criadas, se fue con los mensajeros de David. Después se casó con él.
43 David también se había casado con Ajinoán de Jezrel, así que ambas fueron sus esposas.
44 Saúl, por su parte, había entregado su hija Mical, esposa de David, a Paltiel hijo de Lais, oriundo de Galín.