5 David le dijo a Aquis: «Si en verdad cuento con el favor de Su Majestad, le ruego que me conceda algún pueblo en el campo, y allí viviré. No tiene ningún sentido que este siervo suyo viva en la capital del reino.»
6 Aquel mismo día Aquis le dio la ciudad de Siclag, la cual hasta hoy pertenece a los reyes de Judá.
7 David vivió en territorio filisteo un año y cuatro meses.
8 Acostumbraba salir en campaña con sus hombres para saquear a los guesureos, guirzitas y amalecitas, pueblos que durante mucho tiempo habían habitado la zona que se extiende hacia Sur y hasta el país de Egipto.
9 Cada vez que David atacaba la región, no dejaba a nadie con vida, ni hombre ni mujer. Antes de regresar adonde estaba Aquis se apoderaba de ovejas, vacas, asnos y camellos, y hasta de la ropa que vestían.
10 Si Aquis le preguntaba: «¿Qué región saqueaste hoy?», David le respondía: «La del sur de Judá»; o bien: «La del sur de Jeramel»; o «La del sur, donde viven los quenitas».
11 David no dejaba con vida ni a hombre ni a mujer, pues pensaba que si llevaba prisioneros a Gat lo denunciarían por lo que estaba haciendo. Éste fue su patrón de conducta todo el tiempo que estuvo en territorio filisteo.