2 Pero Josaba, que era hija del rey Jorán y hermana de Ocozías, raptó a Joás hijo de Ocozías cuando los príncipes estaban a punto de ser asesinados. Metiéndolo en un dormitorio con su nodriza, logró esconderlo de Atalía, de modo que no lo mataron.
3 Seis años estuvo Joás escondido con su nodriza en el templo del Señor, mientras Atalía reinaba en el país.
4 En el séptimo año, el sacerdote Joyadá mandó llamar a los capitanes, a los quereteos y a los guardias, para que se presentaran ante él en el templo del Señor. Allí en el templo hizo un pacto con ellos y les tomó juramento. Luego les mostró al hijo del rey,
5 y les dio estas órdenes: «Hagan lo siguiente: Una tercera parte de los que están de servicio el sábado vigilará el palacio real;
6 otra tercera parte, la puerta de Sur; y la otra tercera parte, la puerta detrás del cuartel. Harán la guardia del templo por turnos.
7 Los dos grupos que están libres el sábado protegerán al rey en el templo del Señor.
8 Arma en mano, rodeen por completo al rey; y si alguien se atreve a penetrar las filas, mátenlo. ¡No dejen solo al rey, vaya donde vaya!»