7 Ante sus propios ojos degollaron a sus hijos, y después le sacaron los ojos, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia.
8 A los siete días del mes quinto del año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su ministro Nabuzaradán, que era el comandante de la guardia, fue a Jerusalén
9 y le prendió fuego al templo del Señor, al palacio real y a todas las casas de Jerusalén, incluso a todos los edificios importantes.
10 Entonces el ejército babilonio bajo su mando derribó las murallas que rodeaban la ciudad.
11 Nabuzaradán además deportó a la gente que quedaba en la ciudad, es decir, al resto de la muchedumbre y a los que se habían aliado con el rey de Babilonia.
12 Sin embargo, dejó a algunos de los más pobres para que se encargaran de los viñedos y de los campos.
13 Los babilonios quebraron las columnas de bronce, las bases y la fuente de bronce que estaban en el templo del Señor, y se llevaron todo el bronce a Babilonia.